Nuestros Hombres: Luis Gusberti
LUIS OMOBONO GUSBERTI (1894 – 1988)
Nació el 3 de junio de 1894 en Vescobato, Cremona (Italia), localidad en la que realizó estudios musicales con el Prof. Gaetano Alesio, integrando posteriormente la Banda de Música del pueblo.
Esta experiencia le sirvió más tarde para ingresar a la Banda del Regimiento 65 de Infantería de su país, con la que obtuvo en 1914, la Cruz del Mérito de Guerra, medallas de honor y el título de Caballero de Udine de Vittorio Veneto.
En 1927 arribó a la ciudad de Buenos Aires, ejerciendo su profesión de músico en agrupaciones instrumentales de teatros y cines hasta 1931, cuando se radicó en la ciudad de Resistencia, para ingresar al plantel estable de la Banda de Música de la Municipalidad, y con posterioridad al de la Orquesta Sinfónica y Banda de la Policía de la vecina ciudad de Corrientes.
En 1934 fue nombrado Director de la Escuela de Música de la Municipalidad (Sección Banda), fundando también a continuación, las Bandas de Bomberos Voluntarios y de la Cárcel de Resistencia.
Cabe destacar también, que su vocación docente y amor por los niños, lo llevó a concretar la creación de las Bandas: Infantil Municipal, de la Compañía de Boy Scouts “General Dónovan”, y “Exploradores de Don Bosco”.
Por otra parte, y paralelamente a todas las actividades ya mencionadas, este visionario director, consideró oportuna la capacitación de las nuevas generaciones de músicos chaqueños, por lo que gestionó la creación del Curso Especial de Música, el que dio inicio el 7 de enero de 1955 con el auspicio de la Subsecretaría de Educación y Cultura (Dirección de Extensión Educativa).
Cabe mencionar, que precisamente dicho curso, se constituyó años más tarde, en el puntapié inicial para la creación de esta Institución.
Su vasta trayectoria e incesante labor dentro del panorama musical chaqueño, se prolongó por 41 años al frente de la Banda Municipal de nuestra ciudad, la misma que hoy lleva su nombre, al igual que la Biblioteca de la institución.
Su larga carrera concluyó el 24 de abril de 1988 cuando se produjo su desaparición física, perdurando para siempre en nuestra memoria como ejemplo de perseverancia y generosidad.
Artículo extraído de la Revista “El Maestro de Música, Año II Número 4 – Octubre de 2001
Por Silvia Esther Villalba
Por Silvia Esther Villalba
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