Una Chaqueña, Primera Generación De Médicos Recibidos En Cuba
La chaqueña Eugenia María Méndez Fiqueni es una de los 1.600 jóvenes de 28 países que forman parte de la primera generación de graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, el proyecto de formación gratuita de profesionales, concebido a fines de los 90´s por Fidel Castro.
En la ceremonia de graduación, realizada en el teatro de La Habana, Karl Marx, con la presencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, con una capacidad para cinco mil personas, fueron invitados también -con todos los gastos pagos- unos 2.000 familiares de los estudiantes, entre ellos, Sara Méndez, madre de Eugenia.
Desde Resistencia, Florencia Méndez y amigos de la familia, siguieron la ceremonia en directo, vía Internet, en la página www.cubavision.cubaweb.cu/portada.asp.
Los estudiantes también recibieron un regalo de Castro, un anillo de coral negro, hecho a medida e inscripto las siglas de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (ELAM).
La ELAM es una idea de Fidel, luego que en 1998, los huracanes Mitch y George por varios países de Centroamérica y el Caribe causaran una crisis sanitaria en esa región.
En sus inicios se pensó recibir solamente estudiantes de esa parte del continente, pero luego el gobierno cubano decidió incorporar a jóvenes procedentes de 24 países, 19 de ellos latinoamericanos, cuatro africanos y un norteamericano.
El proyecto ELAM se concibió para jóvenes de familia de escasos recursos en sus países natales, donde el único compromiso fue retornar a sus respectivos lugares de origen y ejercer su profesión en las comunidades más necesitadas.
Entre los 300 estudiantes argentinos -incluída la chaqueña Eugenia, que fue invitada, ya que aún no existía el sistema de becas que hoy facilitan la tarea- que estudian en la ELAM, un grupo de 46 culminan ahora sus estudios en la isla, y una parte de ellos regresarán a sus lugares de origen para intentar revalidar sus títulos y ejercer la medicina tal como se comprometieron, en los lugares más necesitados.
Los jóvenes argentinos comenzaron a estudiar en septiembre de 1999, en aquel entonces con el gobierno del presidente Carlos Menem, quien rechazó las becas provenientes de Cuba, y entonces la embajada cubana en Buenos Aires, le derivó el ofrecimiento a un grupo de organizaciones políticas y sociales.
Después de transcurrido estos seis años de su carrera y lograr adquirir su título, aún existen problemas legales entre ambas naciones que impiden que cuando regresan a la Argentina, puedan ejercer automáticamente la profesión.
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