Los Carnavales De La Resistencia Del Ayer
Festejos del carnaval que quedarán en la memoria de la gente de mi ciudad, el juego con agua: chupita, pomos y lanzaperfumes, la infaltable serpentina, papel picado y la mica practicados con corrección y moderación, corsos oficiales y también los vecinales, grandes guirnaldas de luces artísticas y cruce de calles con focos de mil colores, palcos adornados con flores y mantones.El almanaque marcaba en rojo los días feriados de carnaval, por lo general se trabajaba medio día (sábado, domingo lunes y martes, llamado entierro del carnaval) el jueves siguiente: corso de flores y el corso infantil, el miércoles de ceniza: talco, polvo o ceniza solíamos tirar, en el corso de las flores los muchachos obsequiaban ramitos de pensamientos, violetas, margaritas y alguno que otro clavel para entablar una conversación, después de las 22 horas comenzaba el corso infantil: autos adornados, coches de caballos, carrozas, máscaras sueltas, los infaltables payasos, el sábado siguiente la elección de disfraces.
La Plaza 25 de Mayo testigo de tanto barullo, las calles que las circundaban llenas de bares con mesas en las veredas a veinte centavos la silla, la familia en pleno asistía a esta fiesta popular que sin exagerar la nota las serpentinas arrojadas al paso de las carrozas a veces trababan las ruedas de los caballos, papel picado a granel cubriendo todo el camino a transitar.
Las comparsas y las murgas, los indios, máscaras sueltas alegraban las noches de corsos festejando al carnaval, de los años 40 a los 50 tenías que sacar permiso policial para poderte disfrazar con la cara cubierta, la Policía del territorio de ese entonces te otorgaba un papelito que se lo cosía al disfraz en lugar bien visible para identificar, sanción para los que molestaban al público concurrente.
La rivalidad de las comparsas: Acuarela Musical, Camaleón de Barranqueras, Maracangala de Villa del Carmen, “Puca Pora”, Color y Alegría ... y qué te cuento de las murgas, los indios Watussi, los Pieles Rojas y los Últimos Mohicanos, que hasta se pelaban la cabeza para ser más originales ... después del corso todos a la laguna Argüello a pegarse un baño y sacarse la pintura.
Pero algo hay que destacar: todas las tiendas colaboraban haciendo carrozas monumentales, la Municipalidad por medio de sección ornamentación se encargaba de la decoración e iluminación (guirnaldas de luces de mil colores, palcos para los concurrentes, escenarios para la actuación de diversos números, palco para el jurado y palco para periodistas, potentes reflectores, guardianes del orden y música ambiental), todo un lujo para el público disfrutar.
Los festejos aquí nombrados siempre lugares de realización céntricos lo que permitía la concurrencia de toda la comunidad, pero no quiero terminar la nota sin traerles al recuerdo los bailes que se organizaban por las noches de carnaval, el famosísimo “Prado Asturiano”, Club Villa San Martín, el Favorito, el Splendid, el Regatas, la Carmelita, Club Juventud, la Terraza de Estudiantes, Miguel Cané, todos los bailables terminaban cuando salía el sol ... pero eso sí, nunca en noticias policiales por peleas, ebriedad o falta de respeto.
Resistencia mucho cambió, por desgracia, para mal. Hoy los resultados están a la vista ... jamás volverán los festejos de antaño, según el refrán ... “todo tiempo pasado fue mejor”.
Roberto Varela - Carta de lectores.
Fuente: Primera Línea Online.
2 Comments:
Gracias por compartir este recuerdo. Tal cual así era. Nostalgia de una sociedad y una Resistencia mejor.
Cuántos hermosos recuerdos cuando todo era respeto y mí querida comparsa el Camaleón de Barranqueras, competidora de los corsos junto a Maracangala Acuerela Musical las grandes murgas y por supuesto los bailables que nosotros los niños de esa época escuchábamos los comentarios de los mayores
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