"La tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos". Luis Donaldo Colosio Murrieta ... "Antes sacrificarí­a mi existencia que echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición". José de San Martí­n (El santo de la espada) 1778-1850 ... "Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse". Duque de la Rochefoucauld, F. Rochefoucauld (1613-1680); escritor francés
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jueves, abril 06, 2006

La Leyenda Del Urutaú

Bird Pooping
Es un pájaro oriundo de la zona del Chaco. Muchas son las historias que se cuentan sobre su origen. Esta es una de ellas.

Cuenta que al fallecer sus padres, una hija y un hijo quedaron viviendo juntos en el monte.

La hermana no quería complacer a su hermano en nada. El le traía la leña y la comida y también le hacía regalos, pero la muchacha se negaba a ser amable con él.

Un día llegó de la selva cansado y hambriento y le pidió a la joven que le diera de beber, entonces ella derramó el agua fresca frente a sus ojos sin compartirla.

Otro día hizo lo mismo con la comida que acababa de preparar. El hermano estaba furioso, y más aún cuando llegó al hogar y la encontró jugando y riendo con un mozo de otra tribu. El mordió su rencor y no dijo nada. Se durmió como si estuviera agotado.

Por la mañana la invitó a recoger unos huevos de pájaro que había divisado en lo alto de un enorme quebracho. La hizo subir primero y él la siguió.

Cuando la muchacha estuvo en lo más alto del árbol, él descendió de prisa cortando a su paso las ramas para que ella no pudiera bajar. Cuando llegó al suelo se alejó, satisfecha su sed de venganza.

La joven india quedó en lo más alto, presa del miedo. Al caer la noche llegó al colmo de la desesperación al ver que su hermoso cuerpo comenzaba a transformarse.

Las piernas se convertían en garras para sostenerla asida al árbol y sus brazos comenzaban a emplumarse mientras que ella, desesperada llamaba al joven con gritos desgarradores.

¡Turay! ¡Turay! (¡Hermano! ¡Hermano!).

Desde esa noche el urutaú puebla las noches chaqueñas y llora su culpa llamando al malvado hermano para conseguir su perdón.