Moncho Otazo: Expedición Guazú Pithá
Paisaje y especies, relatos y vivencias de la flora y la fauna que impactan y nos dan la imagen de una naturaleza gigantesca, que sobrevive a la depredación.
Carpincho: unos diez años atrás, por el río Teuco, era común ver tropas de carpinchos que superaban los veinte ejemplares. Hoy, esto ya no es posible. Y no es sólo por culpa del hombre y sus armas de fuego: en estos últimos años, al desaparecer grandes extensiones de montes en las provincias de Salta, Formosa y Chaco, los buenos caminadores —como el puma— se multiplicaron cerca de este río y las crías de carpincho, los roedores más grandes del mundo, pasaron a ser el alimento preferido de los felinos.
Pez lápiz: después de la gran creciente de 1982-3, por varios ríos y riachos que tienen contacto con el río Paraguay, apareció este pequeño pez (supongo que bajó del Pantanal, en el Matto Grosso). No supera los 20 centímetros de largo.
Anda en grupo de cinco a doce ejemplares y nada con gran parte de su cuerpo afuera del agua o a pocos centímetros de la superficie. Suele deslizarse en forma de V o en fila india y tiene la virtud de nadar hacia atrás.
En 1988-89, durante una expedición por la zona litoral, en el Río de Oro fue donde más lo encontramos; imagino que era el lugar más apto para su reproducción. La gente del lugar le dice pez lápiz. En ese momento me tomé el atrevimiento de recoger uno para tenerlo en el museo. En expediciones posteriores, no lo vi. Lo consideré desaparecido.
En este último viaje, la mayor alegría que tuve por el Río de Oro fue encontrarme nuevamente con este interesante pez, del que todavía no encuentro información.
Lagarto: aunque todos le dicen iguana. Uno de los animales que más sufrió la caza comercial. Legiones de cazadores salían a matar a este inofensivo reptil con el objeto de quedarse con el cuero. Esa persecución continúa y hoy es una rareza verlo por los montes chaqueños.
Tapir: también conocido como anta, mborebí, gran bestia. Es el mamífero silvestre más grande de los terrestres de Sudamérica. Otro que cada vez tiene menos lugares donde protegerse del mayor depredador del planeta: el hombre.
Al desaparecer las grandes capas de vegetación en el Chaco, los privamos de alimentarse y procrear tranquilamente. Por los ríos Teuco y Bermejo están quedando los últimos ejemplares de estos paquidermos, que antes, sin ser numerosos, habitaban prácticamente en toda la provincia.
Oso melero: también conocido como mielero, tamanduá, caguaré, y otros. Tres años atrás, navegando el riacho Ancho o Atajo, que bordea la Isla del Cerrito, encontré a uno de estos animalitos, flotando en el riacho, muerto por un tiro de escopeta. En esta oportunidad encuentro este ejemplar, ¡vivo!
La Isla del Cerrito todavía mantiene algunas especies de animales que ya se extinguieron en otros lugares. ¿Qué hacer para que estos se mantengan?, ya que siempre estoy viendo y escuchando maderas que se cortan, tiros de armas de fuego ... Incluso vi gente haciendo práctica de supervivencia.
En las más de quince veces que navegué la costa de la isla, nunca vi persona alguna custodiando esta reserva.
Ñacaniná: la culebra más larga del mundo. Puede llegar a los tres metros de largo. Hay subespecies. Su hábitat preferido es cerca de lagunas, esteros y ríos. La he visto capturar peces para alimentarse. Suele molestarse ante la presencia humana y tratará de marcarnos con sus dientes.
Agresividad que en pocos minutos desaparece si la tratamos con suavidad, acariciándola, sin hacer mucha presión con las manos. En esta última expedición pude documentarla durante aproximadamente 20 minutos, apareándose.
Fuente: La Chaqueña.
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