La Vida, Y Muerte, De Mate Cosido
Es de hacer notar que en los prontuarios policiales de Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero se registra la detención de David Segundo Peralta alias "Mate Cosido" y esto ocurría entre 1916 y 1924.
En el desaparecido edificio de la Cárcel de Resistencia, que se erigía en la esquina de Mitre y Alvear, Mate Cosido cumplió una condena de 6 años. Había sido apresado en el Paraguay y llegó extraditado al Chaco.
Organizó una banda donde se rendía culto a la autoridad del jefe. Contó con muchos colaboradores, algunos: Eusebio Zamacola, Antonio Rossi, el Catalán Noy, el Chileno, Francisco Malatesta, Casimiro Ifrán, Pampita, el Tata Miño, Marcelino Peralta, Cardocito.
Trabajó en una imprenta. Se dice que era bastante culto y planificaba sus golpes al detalle. Se dedicó a robar a firmas como Bunge & Born, Dreyfus y La Forestal, empresas que aportaron grandes sumas de dinero a la Gendarmería para que lo pasaran “a mejor" vida. Al igual que Los Velásquez, se afirma que robaban a las multinacionales para ayudar a los desposeídos. Nada más alejado de la realidad.
Algunos opinan, amigos, que el comentario referido a su Cuenta Personal, a sus nombres falsos, a su testaferro y a sus documentos apócrifos, es mal intencionado y responde a sectores de ultra derecha, dispuestos a desprestigiar a alguien que se atrevió a luchar contra los poderosos de la época.
La Policía en ese momento era una "herramienta" de presión mediante la represión y la tortura de los obreros rurales, que trabajaban para estas empresas de origen extranjero.
Mate Cosido, “el bandido de los pobres”, escribió algunas notas en la revista Ahora, en las cuales explicaba el motivo de sus robos, diciendo que los verdaderos ladrones eran los que explotaban al trabajador y al suelo argentino. Esto le valió y el reconocimiento de grupos anarquistas.
Gozó siempre de la simpatía de mucha gente, que hasta deseaban que los visitara. Como se comportaba con humildad y educación, además de pagar generosamente los mínimos servicios recibidos, ganó popularidad y afecto.
Durante su vida delictiva, utilizó varios nombres falsos, que se respaldaban en documentos apócrifos, otorgados por funcionarios corruptos. Entre ellos se puede citar: Julio del Prado, Manuel Bertolatti, José Amaya, Julio Blanco.
Fue su característica no utilizar la violencia. Varias veces abortó asaltos, para evitar enfrentamientos abiertos con la policía. No por temor, simplemente era su manera de operar.
El bandido pampeano Juan Bautista Vairoletto tuvo un encuentro con él para asaltar una fábrica de tanino, que abortó Peralta por diferencias en los métodos a utilizar. El pampeano realizó igual el asalto que no dejó ganancias y sí un empleado muerto en el tiroteo.
Sus escondites favoritos fueron la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, y Gancedo, aunque fue escenario de sus correrías toda la provincia del Chaco. La mayoría de las poblaciones importantes, fueron testigos de alguna acción de Mate Cosido.
Se desplazaba por los caminos vestido a la usanza de peones rurales o como viajante de joyería en las ciudades, lo cual no despertaba sospechas.
Su fama de ladrón con conciencia iba creciendo en Buenos Aires. Como Vairoletto, sus problemas con la Policía se acentuaron por culpa de una mujer, ya que Mate Cosido tuvo una novia que también coqueteaba con un agente, lo que profundizó la bronca policial.
El 22 de diciembre de 1939, Mate Cosido y su banda secuestraron a un estanciero llamado Jacinto Berzón, por el que pidieron 50.000 pesos de rescate con instrucciones precisas: el dinero debía ser arrojado el 7 de enero de 1940 desde un tren, antes de que llegara a la estación de Villa Berthet, Chaco.
Pero un compinche de Mate Cosido lo vendió, y del tren arrojaron primero un paquete con diarios cortados, y después una ráfaga de balas. Mate Cosido salió muy herido de la emboscada (en la cadera según dicen), pero logró escapar y se dejó envolver por el misterio.
Sorpresivamente en 1939 abandona la vida pública, perdiéndose todo rastro de su paradero. Solo se conocen especulaciones respecto de su destino. Nunca más se lo volvió a ver y su cadáver no apareció jamás. Según el historiador Hugo Chumbita, Vairoletto y Mate Cosido se conocieron en Buenos Aires: fue en un prostíbulo de Barracas o en un templo masónico de San Telmo.
El autor de esta nota, José Ramón Farías, presenta una foto de Mate Cosido aparecida en el ex Diario El Territorio de Resistencia, que la Policía del Chaco distribuyó a los medios gráficos, afirmando que pertenecía a Julio Del Prado, uno de los nombres falsos del famoso tucumano.
El cancionero popular le ha dedicado varios chamamés en su honor, que lograron singular repercusión. En “Bandidos Rurales”, de León Gieco, la letra dedicada a Mate Cosido dice así:
Al penal de Resistencia lo extradita el Paraguay.
1897 en Monteros, Tucumán,
Segundo David Peralta, alias Mate Cosido;
Entre Campo Largo y Pampa del Infierno;
Gran asalto al tren del Chaco, monte de Saenz Peña,
El gerente Ward de Quebrachales 13.000 le entrega.
En un lugar neutral, creo que por Buenos Aires;
Dejan un pedazo del pasado aquí sellado,
Se rompió el silencio en balas, robo que no pudo ser.
No sabrán de mí, no entregaré mi cuerpo herido.
Corría el 36 y lo quieren vivo o muerto.
Logró romper el cerco de Solveyra,
Herminia y Ramona dudan que lo hayan matado ...
Bandidos rurales, difícil de atraparles.
Jinetes rebeldes por vientos salvajes.
Bandidos rurales, difícil de atraparles.
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie.
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