"La tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos". Luis Donaldo Colosio Murrieta ... "Antes sacrificarí­a mi existencia que echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición". José de San Martí­n (El santo de la espada) 1778-1850 ... "Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse". Duque de la Rochefoucauld, F. Rochefoucauld (1613-1680); escritor francés
El Tiempo por Tutiempo.net

sábado, marzo 31, 2007

Tonolec (Caburé)

Tonolec: Música electrónica con sangre nativa
Fusión de samplers y sonidos tobas

"Diego es la parte tecnológica, cerebral, loopeada, y yo soy la parte visceral, la que investiga el lenguaje toba del grupo y el costado acústico de las canciones. Es una mezcla de dos culturas, la misma fusión toba-electrónica que se da en nuestra música."

Canción de Cuna.

Las palabras son de Charo Bogarín, tataranieta de caciques guaraníes, cantante y letrista del grupo electrónico-toba Tonolec que, junto al programador Diego Pérez, creó una sorprendente fusión de ritmos de los pueblos originarios del Chaco con máquinas y samplers.

El primer disco del dúo, donde conviven canciones propias y tradicionales, cantadas en lengua toba y en castellano, con sonidos como el n´vique (violín de una sola cuerda) y secuencias electrónicas, fue el resultado de un viaje circular.

En 2001, con el nombre de Laboratorio Wab, los chaqueños ganaron un concurso de MTV que los llevó vía directa a Europa. "Una vez allí nos surgió el interrogante. ¿Qué hacemos de original con respecto a otros grupos electrónicos? A la vuelta nos quedamos a vivir en Buenos Aires y nos dimos cuenta de que necesitábamos volver a nuestras raíces. En un viaje a Resistencia conocimos una comunidad toba y ahí cambió todo."

Corría 2002 y el dúo ya se había rebautizado como Tonolec, palabra en qom que denomina al caburé, un ave de canto hipnótico del monte chaqueño. Fueron dos años de investigación sobre la cultura y las canciones populares del pueblo qom, un intercambio especial con el Coro Toba Chelaalapí y el comienzo de una amistad profunda con la abuela "Iyaqué" Zunilda Méndez.

"Me acuerdo de que el primer día llegamos a la comunidad con un montón de máquinas para grabarlos y filmarlos. Pero cuando los vimos reunidos como en una ceremonia no nos dio para sacar nada. Poco a poco les fuimos contando nuestra idea y allí apareció la abuela Zunilda que fue una de las transmisoras fundamentales de algunas canciones y nos terminó adoptando como sus nietos", relata Diego.

"Era muy fuerte el contraste entre nosotros, que llegamos todos modernitos, y los jóvenes de la comunidad, que tenían remeras negras de Iron Maiden. Pero enseguida la gente más grande de la comunidad entendió el respeto con el que nos acercábamos y legitimizaron lo que terminamos grabando", apunta Charo.

En Busca del Sol.

- ¿Qué aprendieron con la gente de la comunidad?

Diego: -Que hay una idea formada de precariedad sobre lo indígena, y no es así. Viven de una manera muy simple, pero con una riqueza cultural y espiritual impresionante. La música se vive como una comunión entre todos. En lo musical me enseñaron que con pocas cosas se puede decir mucho, y que ellos ya habían inventado el loop, porque sus cantos rituales son repeticiones de frases y sonidos.

Charo: -Aprendí a cantar como las abuelas, con una fuerza que sólo pude encontrar en mis ancestros. A los cantos tradicionales los tuve que aprender escuchando, porque no hay nada escrito. Pero eso me ayudó a comprender el sentido ritual de sus canciones y dio más poder en mi voz.

El rostro aindiado, los ojos profundos, la decidida certeza de Charo contrastan con la tonada chaqueña y la onda moderna de Diego. Cada uno explica este regreso a las raíces con una historia personal. Para Diego, Tonolec apareció al calor de la convulsión social del 20 de diciembre de 2001.

"Es como que ese caos y esa ruptura con todo lo de afuera nos permitió ver cuál es la riqueza nuestra y saber que lo más lejos a donde uno puede llegar es a ser uno mismo, aunque suene a clisé."

Para Charo, otra cosa se prendió en su interior. "Comenzar este trabajo fue buscar en mis raíces ancestrales, porque por mis venas corre sangre nativa, como dice una de nuestras canciones. Yo tengo sangre guaraní, tengo tatarabuelos que fueron caciques y de eso me enteré hace poco. Así que aprender a cantar como hacían los antiguos fue increíble, una experiencia profunda, realmente profunda."

Gabriel Plaza
Fuente: La Nación, 28 de septiembre de 2005
Material para web, Noemi Abramowicz

EL DESAFIO DE SER TONOLEC
Por Hernán Scandizzo

La Luciérnaga.

- ¿Por qué se decidieron a incorporar la música toba?

Ch: En 2001 éramos Laboratorio Wav y hacíamos música pop electrónica, ganamos un concurso de MTV, fuimos a España ... Al estar fuera de cuadro la mirada se te vuelve diferente y podés ver mucho mejor el panorama, dónde estás situado vos en ese mapa. ¿Qué queremos mostrar? ¿Hacia dónde podemos crecer para mostrar algo nuestro? Algo que nos diferencie y que esencialmente diga quiénes somos. ¿Y qué es lo más antiguo que tenemos a nivel musical para volver a las raíces, para buscar ahí una fuente de inspiración? La música indígena.

Y nos pareció increíble porque lo indígena tiene una parte mágica, misteriosa, e introducir ese alma en el mundo de la música electrónica también está fantástico. Porque la música electrónica es catalogada de no tener espíritu. ¿Cómo se le da cuerpo a esa música electrónica? ¿Cómo se la hace más humana? De repente teníamos este elemento que es la música indígena.

D: La curiosidad nuestra fue creciendo, empezamos a investigar, a experimentar con cosas que teníamos y fue increscendo hasta ahora. Cada vez que nos juntamos con ellos conocemos cosas nuevas que abren el abanico de riquezas de su cultura y de su música que a nos alucinan.

- ¿Cómo se vive en el Chaco la cultura de los pueblos originarios?

D: Somos los dos criados en el Chaco y teniendo culturas indígenas a 20 cuadras de nuestras casas no habíamos escuchado atentamente la música toba. En general la sociedad conoce pero no es algo que verdaderamente valore, aprecie, dentro de Resistencia y del Chaco.

Ch: Se la vive con indiferencia, la gente está ahí y sabe que hay un barrio toba, pero no está al tanto de cuál es la problemática de ese pueblo, la historia de esa cultura tan rica y tan inspiradora. Es lo mismo que nos pasó a nosotros, la misma indiferencia que teníamos antes. Es ignorancia de tu propia historia, de tu propia cultura, de tu propio suelo. Si no sale a través de una revista cuál es la realidad de la comunidad toba, cuál es el reclamo que están haciendo por las tierras, nadie se entera ni le interesa.

Lo mismo pasa con su música, con lo cual decimos nosotros: “Fantástico haber tomado esta línea”, porque también, a través nuestro, mucha gente, muchos jóvenes y muchas personas de edad – que a lo mejor no iban por ese camino más formal a conocer lo que era la música toba – terminan en lo que es la fuente: Coro Toba Chelaalapi, con sus canciones antiguas, con lo que tienen para decir respecto de su relación con la naturaleza y de sus valores humanos.

Indio Toba - Dueño Antiguo de la Flecha.

- Tonolec puede servir como puente entonces entre la sociedad no indígena y los pueblos originarios, limar asperezas, indiferencias.

Ch: Es lo que tratamos de hacer y es lo que ellos nos hicieron dar cuenta cuando hablaban de qué representábamos nosotros. En principio hay una similitud ya de nombre que jamás nos dimos cuenta al elegirlo, somos dos aves, ellos son chelaalapi - que es la ‘bandada de zorzales’ - y nosotros somos tonolec. El tonolec es el ave que atrae a la gente y el zorzal da las buenas noticias, ahí establecieron un lazo.

- ¿Qué dimensión tomó en ustedes la música toba?

Ch: Al trabajar con su música y darnos cuenta de que es religiosa decimos: “La tenemos que tomar con respeto”. Al saber que es religiosa te empezás a interesar: “¿Qué dicen las canciones?”.

No hay letras porque fueron un pueblo ágrafo hasta hace pocos años y, a pesar de que ahora tienen escritura, sus canciones no están escritas. Entonces, nos acercamos al coro y una cosa fue llevando a la otra, fue como un camino inducido por un hilo totalmente transparente, ni nos imaginábamos hacia dónde estábamos yendo, evidentemente estábamos yendo tierra adentro.

D: Nosotros no queríamos revalorizar una cultura por oprimida, ir a decir: “Pobres, les sacan las tierras”. Nos parecía que eran músicos increíbles y una cultura de la cual se podía aprender un montón de cosas, que estaría bueno mostrar y también nosotros empaparnos de algo de eso. No fue por una cuestión de decir: “Uy, pobres los tobas, vamos a tratar de que su música se conozca”.

Ch: Queremos transmitir una cultura, pero sin levantar esa bandera del oprimido, de la pobreza. “Miren que estos son valores que estamos necesitando, una cultura de la cual podemos aprender”, porque nosotros somos una sociedad bastante enferma.

Noyetapec.

- ¿Se puede reproducir la cultura toba sin hablar de la situación material del Pueblo Toba?

D: Nosotros tenemos un vínculo afectivo y de valoración que hace que todo lo que podamos hacer por ellos lo hagamos, pero la diferencia es la actitud que tratamos de tener de entrada, no de levantar esa bandera del oprimido, porque muchas veces lo que pasa es que por hacer hincapié en eso se desvaloriza lo que es la cultura.

- ¿Encontraron elementos comunes entre lo que hacen ustedes y lo que hace la gente del coro?

D: Además de encontrar cosas en común lo que hicimos fue aprender como músicos, por ejemplo, con los silencios, con minimizar los elementos, decir más con eso que tenés. Utilizar lo que tenés para decir pero no llenar de información el texto. Inclusive los textos de ellos son cortos, son concisos y mediante la repetición cobran un sentido que es trascendental de alguna manera.

Lo electrónico no es un estilo, en realidad lo electrónico es una herramienta, vos la podes usar de muchas maneras. Como que te diga que un carpintero hace muebles, pero no hace martillos, el martillo es la herramienta.

Nosotros a partir de eso empezamos a buscar dentro de lo electrónico cosas que tengan que ver con el sonido que habíamos conocido en la música toba, que no invada esa sonoridad, que se armonice, que tenga una mezcla y que todo pueda estar dentro de un mismo paisaje. Porque también al ser chaqueño te empezas a encontrar con que hay mucha relación entre el sonido de la música toba y el paisaje chaqueño.

La Cazadora.

- ¿Cómo sigue Tonolec?

Ch: No decimos que vamos a estar eternamente como Tonolec trabajando con la etnia qom o con la temática indígena, estamos empezando, vamos a seguir por ese camino, pero tampoco nos ponemos barreras ni nos limitamos a lo que es ese canto.

- ¿Cómo reaccionó la gente del coro cuando escuchó el CD?

Ch: Estuvimos un año de preparación, aparte de dos años trabajando con ellos en nuestro disco, creo que ellos recién a partir de este viaje que hicimos en conjunto [por Buenos Aires], conociéndonos mucho más profundamente, compartiendo momentos, se dieron realmente cuenta de cuáles son nuestras intenciones.

Para ellos también es difícil responder si está bien o está mal lo que hacemos. Ellos están en constante observación sobre lo que estamos haciendo, que esté bien o que esté mal puede variar de acuerdo al rumbo que le demos a nuestra música.

- ¿Tienen miedo de que les pase como al tonolec?

D: Es una advertencia que nos hicieron. Nos parece super interesante la historia y nos parece super interesante estar ahí, porque creo que es una situación en la que está todo el mundo en realidad. Es una lucha que tiene toda persona en el mundo, de acuerdo a su vanidad y a su autoestima. Y está bueno que tengamos esa leyenda encima, las leyendas son para aprender y no cometer los errores que se cometieron antes.

Ch: El bicho más polémico, que es fetiche de la suerte y tiene un canto hipnótico que atrae pero tiene ese revés del egoísmo, de la vanidad, que debe ser uno de los peores pecados capitales. Estamos advertidos sobre eso y creemos que no tenemos eso en nuestro espíritu, al menos no en el grado dañino.

El Rito.

Fuente: Indymedia.
http://www.tonolec.com.ar/

domingo, marzo 25, 2007

General San Martín, Chaco, Argentina

lunes, marzo 19, 2007

Zitto Segovia



EL NEGRO DE VILLA LIBERTAD,
FOREVISTA, CANTOR, GRANDE

El almanaque puso 19 de julio, era 1953, y el pibe que nada traía sangre chamamecera. Su padre, Ramón de la Rosa Segovia, celebraba el advenimiento de Zitto desde su trayectoria como guitarrista del conjunto de Machos Bassi, seguramente componiendo otra canción. Villa Libertad no era consciente de que Dios le había mandado para su orgullo el cantor popular más grande que tendría el Chaco en su historia joven.

Después de una infancia común a la de tantos chicos, con barrilete, pelota de trapo, figuritas, el despertar de la barba y de las cosquillas juveniles lo sube a los primeros escenarios con una guitarra. Venía pintando el dúo Las Voces del Quebrachal.

Enseguida se va a Buenos Aires, atraído por las luces de la gran ciudad y por las ganas de llevar su canto lo más alto posible. Lo aplauden en "La Peña de Fanny”, mueve "El Hormiguero”, trepa en "La Cuesta". Viaja fuerte pero extraña al Chaco, dice me voy y se viene. Era 1978.

La Argentina sangraba en doloroso silencio y gritaba el triunfo del fútbol, primer campeonato mundial de su historia. Zitto hace conocer a muchos la obra de Miguel Hernández, poeta enorme de la tierra española. Enchamigado a través del tiempo con aquel mártir de la guerra civil, el chaqueño le puso música ...

Los que lo van conociendo en aquella época, se sorprenden con este negro pintón de voz atenorada, que no grita para hacerse escuchar, sino que canta, canta, y compone. Cuando Dios se lo llevo para sus serenatas de ángeles Zitto tenía musicalizados más de 500 temas.

Cuando conoció la poesía de José Pedroni, vibró y nos hizo vibrar con Lunario Santo. El libro del santafesino "Hacecillo de Elena" tomó alas de pájaro y viajó hacia todos los vientos. También era el 1978.

La sala de la ENET fue el lugar de la presentación de esta belleza, que emocionó hasta a la viuda de Pedroni, presente para el evento. La prensa local comenzaba a hablar mucho ‑ y bien‑ de nuestro juglar.

Al año siguiente el Negro agarró la valija y se fue a México, que tanto. Lo contrató el Fondo Nacional para las Artes del gobierno mexicano. En la tierra de los charros y los cuates se reunió con Jorge Basulto y Cacho Rud, trío que llamaron "Los Huincas". Obviamente, se ocuparon de difundir nuestra música.

A finales de 1980, Zitto se vuelve (siempre volvió, va a seguir volviendo...) porque el Chaco lo llama. En ese lugar de la historia, los artistas, músicos y cantores andan querido juntarse, se juntan, nace el GIACH, (Grupo Independiente de Artistas Chaqueños) y se produce un cassette. La Peña Martín Fierro vivió otra de sus grandes fiestas.

Podríamos seguirlo paso a paso en su derrotero de canciones y alegrías nunca negadas A cientos de escuelas, barrio, actos políticos justicialistas o guitarrearlas entre amigos. Los muchachos de la coordinadora radical no se preocuparon porque el negro era peronista y también lo llevaron para disfrutar de su canto, popular y chaqueño, nacional, multipartidario ...

El acercamiento con Martha Quiles y Raúl Cerrutti lo llevará a encauzar su guitarra y su voz definitivamente en el embrión del Canto al Chaco, a las cosas de este suelo, evocadas por nuestros poetas. Elige cantar lo de aquí, su voz asume la dimensión de toda la provincia.

Musicaliza obras de Bosquin Ortega, del Turco Vera Azar, de Carlos Alberto Báez Salcedo, Lino Mancuello, Carlos Aguirre, Víctor García del Val, Eduardo Black, Marili Morales Segovia, sigue musicalizando a Jose Pedroni, a Miguel Hernández. Crece el Negro, humilde y forevista, orgulloso de su estirpe chaqueñera.

Es cuando brotan las canciones mas queridas por el Negro y por su gente, la nuestra. Saltan las charandas, ese ritmo llegado del África y adoptado en la zona uruguaya (charrúas) y en la mesopotamia Argentina (guaranies). Viene la “Charanda de la Libertad”, la “Charanda Negra”, se evoca a “Nocaut González”, nos estremece con “Lucía de Arena”.

Tal vez el momento culminante pueda ubicarse en el Cosquín de 1986, cuando con su guitarra en ristre, a un lado Johnny Bher y al otro el gordo Reyna, hizo explotar la plaza Próspero Molina con ese indio macho, cacique indómito, Chamel Raykin, que volverá con su pueblo de la muerte ...

"Mejor solista Vocal Masculino" le dijo el Jurado, el público, la gente, la calle, los árboles, las golondrinas y nosotros, orgullosos por Zitto, por la barra que fue a Córdoba en las gloriosas carpas, pero además por saber que en el camino había quedado el candidato de la rosca. Con la Tele incluida ...

Arrasamos la Plaza. Todos nosotros, trepados a la voz del Negro, éramos el Chaco que cantaba. En la imagen, “El Varón que ya no Existe”. En el grito, el Cacique: Joalé, Joalé ... Ekom Chicá ecá ecá, ecáaaa ... En el recuerdo de hoy y para siempre, la verdad revelada en sentimiento: “ ... Volveré con mi pueblo de la Muerte. Otros rostros tendrá para mi frente de estrellas, y de soles, y de vientos ... Volveré con mi Pueblo ... otras voces dirán mi voz de trueno ... en otra sangre ... alzando nuevas venas ... este invencible corazón guerrero ..."

Llegaron los discos de Polygram, "El Varón que ya no Existe" y "Las Voces de mi Gente". Después, en forma independiente, nos entrega "El Cristo de los Villeros".

¿Dónde no estuvo el Negro?. Miremos algunos de los festivales donde lució su ropa blanca, sus alpargatas, su faja y su poncho: Cafayate (Salta); el de la Doma, en Jesús María; el de la Flor, en Mburucuyá, Corrientes; el del Mar, en Villa Gesell; el de la Flor en Escobar, provincia de Buenos Aires; en Diamante, Entre Ríos; en Reconquista, Santa Fé; en el Festival Nacional del Chamamé, en Corrientes capital; en el Festival de la Música Nacional de Santo Tomé, Corrientes; en la Festicala, Buenos Aires; en el Festival Nacional del Chamamé de Posadas, Misiones; En Juan José Castelli, Festival del Guardamonte, en Cosquín, en la Feria de las Naciones, de Capital Federal y también allí en la Feria del Libro. En la televisión, lo presentaron Argentinísima, Landriscina de Entrecasa, Badía y Cia, otros cuantos.

En 1989 vuelve a Cosquín para recibir su “Consagración”, premio que el público le había conferido estruendosamente. Después de su partida hacia los brazos del Señor, todavía lo seguirían premiando: es en Corrientes, durante el Festival Juvenil de la Canción Navideña. Se premia su obra musical, basada en la poesía del padre Rogelio Barufaldi "El Cristo de los Villeros".

Esta es la somera síntesis de una Vida que no cabe en letras de molde, porque late en la sangre de este pueblo. De ese pueblo que lo acompaño vivo, que le rezó desaparecido y que lo lloró inconsolablemente muerto.

La Caravana de la Flor, donde fue hijo de miles de madres de todas las edades, donde tuvo como padres a todos los padres posibles, donde no había nadie que dejara de ser su hermano, donde los niños entendían que una tragedia enorme había pasado en sus propias familias, la Caravana de la Flor, sendero del Milagro en el puente.

Tanto clamor en oración hizo que el buen Dios nos devolviera a Zitto el día siguiente, rescatado su cuerpo lacerado de las aguas. Los fogones de la Vigilia, en la Plaza España, uno en su memoria y otro para la del querido amigo del sentimiento profundo y el nombre raro, Johnny Behr. Estos son los hitos que el pueblo hará brotar en cada 8 de septiembre, fogón, guitarra, canto y recuerdo.
MANOLO BORDÓN

Síntesis biográfica elaborada sobre la base de datos suministrados por Lelia Gómez, compañera, mujer y amiga de Zitto Segovia.

miércoles, marzo 14, 2007

El Coro Toba Cumple 45 Años

Smiley Choir
El Coro Chelaalapí (Bandada de Zorzales) cumple este miércoles cuarenta y cinco años de formación. Fue creado en el año 1962 por la iniciativa de la Sra. Inés García de Marquez en el ámbito de la Escuela del Barrio Toba de Resistencia. Es el único Coro Aborigen reconocido oficialmente en la República Argentina.

Este grupo étnico qom (toba) en la provincia es el más numeroso; realizan varias actividades y mantienen su característico trabajo de artesanía tradicional, constituyendo su comercialización una fuente de ingresos de suma importancia.


Se presentó en los más variados escenarios provinciales, nacionales, e internacionales. Su más reciente participación se concretó en la Fiesta Nacional e Internacional de Artesanías de Colón, en febrero, y brillaron en el escenario mayor de Cosquín junto al dúo Tonolec, en enero pasado.

Desde el año 1993 y a partir del Centro Cultural y Artesanal “Leopoldo Marechal”, han sumado a su presentación artística y protocolar un ofrecimiento cultural educativo para establecimientos de diferentes niveles, haciendo posible el acercamiento de la cultura aborigen en diferentes actividades: canto, danza, modelado en arcilla, cestería, cuentos, relatos, a cargo del grupo y sus coordinadores, que se adaptan de acuerdo a los interesados.

El Coro Toba Chelaalapí ofrece con su participación: música con ritmos indígenas genuinos, canciones bilingües, acercamiento al vocabulario toba, fabricación de instrumentos musicales (maracas, sonajeros, violines de lata), relatos de argumentos de canciones relacionados con la cultura qom.

Actuales Integrantes: Mario Morales, Rosalía Patricio, Enriqueta Escubilla, Juan Recio, Juana Nuñez, Ignacio Mancilla, Santa Oliva, Gregorio Segundo, Zunilda Méndez y Rosa Largo.
Fuente: Data Chaco.com

miércoles, marzo 07, 2007

El Desencanto (La Forestal)

Tema número 2 del disco La Forestal. Crónica Cantada, El desencanto.

La voz es de Enrique LLopis, la letra de Rafael Ielpi.

Se trata de una obra de teatro que lamentablemente no ha sido repuesta aún, y de un cdrom muy difícil de conseguir.